Entrevista asociados pepe bernardos EMCC Spain

Pepe Bernardos

EMCC Senior Practitioner

Secretario en EMCC Spain

Socio en Tresvias Training

Ir por la vida sin sentido del humor es eso: un sinsentido

¿Cómo ha sido tu trayectoria hasta llegar hasta aquí? 

Desde que tengo uso de razón me han importado más las personas que las cosas. Por eso decidí estudiar psicología. Tras acabar la carrera opté por un postgrado en psicología de empresa. Desde entonces empecé con la selección de personal, la comunicación y la formación sobre el terreno de los nuevos delegados de ventas de la empresa en la que trabajaba. Años después descubriría que mi forma de trabajar se acercaba más al mentoring que a la formación. 

Cuando di el salto al mundo de la consultoría, a principios de los 90, todavía la psicología de la venta era algo bastante novedoso. De saber mucho sobre cómo influir en las personas (todavía no había estallado la Inteligencia Emocional en España) a analizar procesos de venta y proponer cambios, era un salto natural. Empezaban las consultorías de procesos y el trabajo con directivos sobre cómo ser mejores directivos, cómo optimizar el tiempo, cómo comunicar mejor, cómo gestionar los equipos de trabajo. Ayudarles a ver lo que ya hacían bien y trabajar qué mejorar era el trabajo diario.

Estaban ya sentadas en mí las bases del Coaching. Aunque se trabajaba mucho desde la formación, mi manera de impartir los cursos se centraba siempre en juegos, casos, test, etc, y pedir que los participantes sacaran sus conclusiones, que las compartieran.  Y solo finalmente, que las analizaran contra el método que se les iba a proponer. Lo siguiente era pedirles realizar planes de acción… que luego nadie seguía y que se morían en el primer “intento fracasado” porque no había ningún apoyo, alguien que ayudara a reflexionar. Aquellos “errores” hicieron crecer en mí la necesidad de dar ese soporte. 

Entonces descubrí la metodología del Coaching. Había recuperado la ilusión de trabajar con las personas y acompañarles en su proceso de crecimiento interior, de ver dentro y provocar los cambios, de retarles y acompañarles en la reflexión cuando las cosas no llegaban pese a que lo intentaban. 

Y así llevo desde que hice mi primer caso formal de Coaching en 2009. 

¿Qué implica esta acreditación de EMCC a nivel de SP/ESIA? 

Por un lado no deja de ser un reconocimiento oficial del trabajo que se ha hecho, que has aportado a mucha gente. Pero también es una forma de dar a conocer a tus clientes el hecho diferencial de la puesta en valor de la acreditación, de hacerles ver que esto no se regala con un curso, que hay que demostrar mucho a una entidad como EMCC para que te reconozca como Coach/Mentor acreditado. 

¿Cuáles son tus planes de futuro? 

Además de seguir como Coach Ejecutivo, quiero hacer también Coaching de Equipos. En la rama deportiva he sido Coach de una Selección Nacional y también he trabajado con Comités de Dirección en muchos aspectos de sus dinámicas internas. Con técnicas de Coaching se puede profundizar bastante y ayudarles a ver lo que tienen y lo que pueden tener. 

¿Cómo ves el panorama del Coaching, el Mentoring y la Supervisión en la actualidad? 

La pandemia ha sido una zancadilla en el aspecto laboral porque las empresas han estado muy centradas en su negocio y poco en sus personas y su desarrollo. Pero ha permitido hacer un alto en lo personal y dedicar mucho tiempo a afilar el hacha, que también nos hacía falta. 

Ahora ha saltado el aspecto de la Salud mental de los trabajadores, pero las empresas están un poco perdidas en su abordaje. Buscan rellenar los planes con mindfulness pero no están explotando lo suficiente desde la vía del Coaching y del Mentoring. Llegarán, aunque esperemos que no sea tarde.  

¿Cuál es tu enfoque de Coaching y Mentoring? ¿Y el de Supervisión? ¿Cuáles son tus especialidades? 

El mayor bagaje lo tengo en el Coaching Ejecutivo y la forma de abordarlo es siempre partiendo de un análisis de competencias, a través de Assessment y de feedback 360º. Unas veces con encuestas anónimas y otras directamente con sus jefes y con sus equipos, compartiendo siempre los resultados con el coachee, trabajando sobre los objetivos que el propio coachee se marca, con resúmenes compartidos tras cada sesión. Transparencia siempre. Con el coachee, con sus superiores si los hay y con la organización que contrata. 

La supervisión no siempre ha sido de manual. Mi socia también es coach con muchas horas de vuelo y tenemos muchas sentadas para discutir sobre los casos. Ahora ya es más ortodoxa y cada cierre de temporada hacemos una sesión más formal 

¿Cuáles son tus mejores cualidades como coach, mentor o supervisor? ¿Qué es lo que tú aportas de forma distintiva en los procesos de Coaching, Mentoring o Supervisión? 

Como soy una persona bastante pragmática lo que mejor se me da (y más me gusta) es todo lo relacionado con las competencias de construir la relación, facilitar el Insight y el aprendizaje y la orientación a resultados y acciones. Y lo que aporto de forma distintiva es el seguimiento inmediato de cada sesión, por escrito, para mantener una continuidad y un registro de los avances (o de los pendientes).

Un consejo para quienes se plantean acreditarse por EMCC 

Atreverse a hacerlo. Es una forma muy positiva de parar, reflexionar, recapitular y mirar hacia delante en la profesión.